El tercer refuerzo de Boca, que viene de un desgarro el 18 de diciembre y sólo jugó 404 minutos en la temporada 13/14, hará un trabajo especial durante la semana para compensar la musculación y podría estar para debutar recién con Atlético Rafaela o Estudiantes.
Pasó la presentación oficial, la cálida bienvenida de sus compañeros, la charla con Carlos Bianchi y, ahora, a Diego Perotti le urge ponerse la camiseta número 27 y salir a la cancha para cumplir el sueño de su vida y jugar en la Primera de Boca como lo hizo, y muy bien, su papá. Pero en el cuerpo técnico no quieren que les gane la ansiedad y para esta semana Perotti tiene programado un trabajo con mucho gimnasio, ejercicios para ganar fuerza y algunos trabajos de campo para compensar la musculación y dejarlo listo para salir a la cancha sin riesgos.
Como el volante de 25 años viene de un desgarro el 18 de diciembre, cuando jugó su último partido en el Sevilla, en una temporada donde por diversas razones apenas jugó 404 minutos, y encima luego tuvo varios idas y vueltas hasta que se definió su regreso a la Argentina, ahora la prioridad será recomponer la musculación perdida para evitar tener que lamentar lesiones. La contra es que, al venir por sólo este torneo, y que encima está comprimido por el Mundial, la puesta a punto le podría hacer perder por lo menos uno o dos partidos más, ya que no estará para jugar con Belgrano (domingo en la Bombonera) y seguramente tampoco con Atlético Rafaela (miércoles de visitante), por lo que recién podría estrenar la número 27 ante Estudiantes.
Aunque eso lo definirá con precisión el técnico, Carlos Bianchi, a medida que avance la semana de trabajo y vea cómo evoluciona el jugador, que ya quiere salir a la cancha para hacer historia como su viejo.
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