Nahuel Zárate fue flojito en las jugadas que derivaron en los primeros dos goles de Belgrano. Enseguida, Bianchi lo reemplazó. El defensor ya había cometido otros errores en el verano.
Belgrano se aprovechó de Nahuel Zárate. Es decir, de la falta de determinación del defensor de Boca para ir a las pelotas divididas. En el gol de Rigoni, el pibe se terminó cayendo al piso cuando debía cruzar al hombre del Pirata. Luego, se dejó anticipar por el Picante Pereyra y lo bajó en el área. Fue penal, y Lollo definió el partido.
Esos seis minutos en los que se sucedieron esas dos jugadas fueron letales para Zárate. Enseguida, Bianchi lo reemplazó por Luciano Acosta, quien sobre el final marcó el 2-3. En la Bombonera no había público, pero al pibe quedó expuesto hasta por las plateas vacías. Zárate ya había cometido otros errores similares en el verano. En uno de los superclásicos, perdió la pelota que terminó en el gol de Teo Gutiérrez. "Nahuel, no podés ser tan inocente", le dijo Bianchi ese día en Mendoza. El lateral hizo catársis por la mañana vía Facebook con su gente: "Todo pasa, y esto también pasará... Dios tiene el control de todo!", escribió.
El pibe había empezado el 2014 como primer lateral izquierdo de Boca, dejando a Insúa en un segundo plano. Bianchi lo vio mejor durante la pretemporada y lo bancó durante los amistosos de verano. Será difícil que después de lo de este domingo vuelva a sostener su titularidad. Sobre todo después del 2-3.
Publicar un comentario