Así quedó el Real Madrid y el fútbol. Con un Palermo inspirado, el Xeneize se impuso al mejor de Europa en Japón. La historia es impresionante, ya que en cinco minutos y gracias a las magistrales actuaciones del 9 y el 10, ya estábamos 2 a 0 arriba. Recordemos ese momento único.
El Estadio Nacional de Tokyo se tiñó de azul y oro. Miles de personas llegaron desde Argentina para colmar una de las cabeceras. El grito era ensordecedor y los jugadores estaban ante un gran desafío. Carlos Bianchi buscaba una nueva consagración para su Boca.
A la cancha salieron Oscar Córdoba; Hugo Ibarra, Jorge Bermúdez, Christian Traverso, Aníbal Matellán; Seba Battaglia, Mauricio Serna, José Basualdo; Juan Román Riquelme; Marcelo Delgado y Martín Palermo. En el segundo tiempo, Guillermo ingresó sobre el final del partido, para festejar dentro de la cancha.
A los 2 minutos, Delgado se escapó por la punta y puso la pelota en el área, Palermo sorprendió al mundo poniendo arriba al equipo sudamericano. A los 6 minutos y con el Real buscando el empate, Román le puso un pase mágico al goleador que peleó incansablemente con su marcador definiendo cruzado ante Casillas. 2 a 0 en un resultado que ni el más optimista hubiese esperado. A los 11 minutos de partido, el excelso marcador de punta brasileño Roberto Carlos, descontó. A partir de ese momento, el excelente partido de Román teniendo la pelota en toda la cancha, hizo desesperar a los rivales. El Xeneize se impuso en lo que tal vez sea el logro más grande de la historia de la Institución.
Con los jugadores en el país, la caravana fue impresionante y los festejos no cesaron. Boca era el campeón Intercontinental, Boca era el mejor del mundo tras 22 años.
La segunda consecutiva
El 28 de noviembre de 1978 Boca se coronaba como el mejor de América por segundo año seguido y sumaba otro título a la brillante campaña del “Toto” Lorenzo, ídolo indiscutido de la Institución. Después de superar nada menos que a River y a Atlético Mineiro en semifinales, llegaba la gran final. Deportivo Cali de Colombia estaba a la vista.
En el partido de ida ya se veía como el Xeneize sacaba ventajas. En el Estadio Pascual Guerrero empataba 0 a 0 dejando la definición en casa. La vuelta se jugó en La Boca. Lorenzo puso en la cancha a Gatti; Pernía, Sá, Mouzo, Bordon; Benítez, Suñé, Zanabria, Mastrángelo; Salinas y Perotti. Carlos Veglio fue el único cambio en el partido. Contundente victoria por 4 a 0 con goles de Perotti (2), Mastrángelo y Salinas. Boca se quedaba con el segundo título a nivel continental. La campaña de Lorenzo ya era fantástica.
Textos: Redacción Boca Juniors
Fotografías: Photogamma
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